Creo que a todos nos ha pasado por lo menos una vez en la vida. A mi me pasaba en el colegio. Solía olvidarme de los dibujos, y en ese momento mi papá me ayudaba. A veces él se quedaba despierto toda la noche y a la mañana siguiente despertaba y encontraba terminado el dibujo que debía hacer yo.
Otra cosa que se me pasaba era cuado me pedían llevar toda una lista de cosas. Siempre se me pasaba algo y tenía que ir corriendo a la tienda o a la librería en la mañana (y no es fácil, porque temprano no hay muchas abiertas).
Recuerdo que una vez en segundo de secundaria, me pidieron llevar espejos. Dos espejos de un determinado tamaño. No sé en qué estaría pensando, que al pedirle a mi papá, en lugar de decirle espejos, le dije vidrios (mucha diferencia, ¿no?)
Bueno, creo que puedo tener un poco de consideración, ya que prácticamente vivía en dos casas en la época de colegio (luego les contaré esa historia) y tenía que llevar libros, apuntes, cuadernos, mochila, útiles, de un lado a otro. Y en uno de esos viajes, se te pierde la hoja donde apuntaste y perdiste.
El error lo descubrí en el mismo salón de clases el día que teníamos que hacer el trabajo (se trataba del curso de física, reflexión y refracción de la luz). A punto de sacar los dos pedazos de vidrio, giro y observo que todos comenzaban a sacar espejos. En ese momento mi cerebro me "golpeó" y rápidamente guardé mis vidrios.
Después de eso, apuntaba todo lo que tenía que hacer y lo que tenía que llevar. Lección aprendida. Nunca más olvidé una tarea.
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